[Review 326]: La canción secreta del mundo – José Antonio Cotrina

Sinopsis

Ariadna no podría ni imaginar ni en el más osado de sus sueños cómo era su vida antes de perder la memoria en un incendio.

Cícero. Iskaria. Los filos. La segunda luna de la Tierra. La casa sin ventanas.

Un incontenible torrente de respuestas está a punto de arrastrarla hasta los lugares más oscuros y asombrosos de su pasado.

¿Te atreves a descubrir junto a ella cuál es la canción secreta del mundo?

Ficha Técnica

Datos
Editorial: Hidra
Fecha Publicación: 05/2013
ISBN/ASIN: 9788415709152

Páginas: 666
Cubierta: Tapa blanda con solapas
Precio: 18.00 €

Autor:

José Antonio Cotrina (Vitoria, 1972), comenzó su trayectoria narrativa en el campo de la ciencia ficción, en el que ganó premios como el UPC, el Alberto Magno (en tres ocasiones) y el Ignotus de novela y de cuento. Con novelas como Las fuentes perdidas (2003) o La casa de la colina negra (2006) su carrera fue orientándose cada vez más hacia la narrativa fantástica. La publicación de La Cosecha de Samhein (2009, primera parte de El Ciclo de la Luna Roja), le coronó inmediatamente como figura de primer orden dentro de la narrativa nacional para jóvenes adultos.

La canción secreta del mundo probablemente sea su trabajo más conmovedor (a la par que inquietante) hasta la fecha.
http://www.elciclodelalunaroja.org/

Opinión Personal

No sé muy bien cómo saldrá esta reseña porque hay libros que  me resulta  muy difícil reseñar por lo mucho que me han gustado. Y es que si digo mucho pierde la gracia y si digo poco igual no apreciáis lo que os estaríais perdiendo. Y es mucho...

Tengo que reconocer que me regalaron la trilogía de El ciclo de la luna roja y por absoluta pereza no la he leído aun, pero después de disfrutar de la pluma del autor con este libro no creo que tarde demasiado.

El increíble universo creado por Cotrina en este libro os dejará pasmados, o al menos así quedé yo. La idea de universos paralelos al nuestro tan llenos de personajes y monstruos aterradoramente maravillosos transforma la experiencia de la lectura en un viaje lleno de sorpresas y sobresaltos. En serio, hay tantos y todos tan excepcionales que te cuesta decidirte para elegir favoritos o incluso para tratar de clasificarlos un poco aunque sea en buenos y malos.

«Esto es lo que somos», dijo la otra Ariadna. «Muerte y venganza. Asesinato y estrago. Para eso nos crearon. Dispara y estaremos más cerca de volver a casa». 

Sintió un acceso de vértigo, una sacudida tremenda, como si alguien, de pronto, le hubiera retirado el suelo bajo los pies. Bajó la pistola y retrocedió veloz, deseosa de alejarse cuanto antes de la tentación de arrebatarle la vida a ese miserable. Sentía una tristeza desgarradora y, por primera vez, la sentía por sí misma, no por todos los que había perdido.

Tras un prólogo inquietante y que en principio parece totalmente ajeno a la historia que esperabas, conoceremos a la protagonista, Ariadna, que perdió la memoria hace 4 años, fue encontrada en un escenario terrible y ahora vive con sus padres adoptivos y un hermano también adoptivo. No recuerda quién fue y su vida es perfecta tal como es. Pero empieza a tener sueños extraños…

Y a partir de ahí comienza una aventura de la que no podréis despegar los ojos hasta terminar el libro. Con personajes profundos, oscuros, asombrosos, de los que cuesta separarse aunque sea para decidir si los odias o los amas. Resultan tan inquietantes que se mantienen en tu cabeza mucho después de terminar de leer el libro.

Todo el libro está rodeado de tinieblas y oscuridad, algunas amenazantes otras protectoras, pero lo difícil será distinguirlas. Ariadna tendrá que recordar quién era la otra Ariadna, si quiere que su mundo actual no se desmorone por completo. Aunque nadie le ha dicho que para recordar tendrá que pasar por unas pruebas que quizá le exijan demasiado.

—Marc, Marc, Marc… —Lo repetía como un mantra, como una plegaria. Aquel nombre en sus labios la salvaba de la inenarrable angustia de ser ella—. Marc, Marc, Marc… —Tuvo la estúpida ocurrencia de que si dejaba de pronunciarlo, él moriría. Que la única manera que tenía de mantenerlo con vida era afianzarlo entre sus cuerdas vocales, darle forma con su lengua y anunciarlo a la creación entera, convertir su nombre en verbo para conjugar su existencia y expulsar el horror intolerable de un mundo que no lo contuviera—. Marc, Marc, Marc… —Proclamarlo a gritos, a mordiscos, clavarlo en el aire, grabarlo en los pulmones, en las corrientes de su sexo, en los sacrosantos cimientos de la realidad—: ¡Marc! —gritó.

La narración va llevándote por un camino oscuro, lleno de miedo, inquietud, a veces terror y otras veces sorprendente. Todo parece formar un círculo tan perfecto que no ves su forma clara hasta el final del libro. Y qué decir de ese final… creo que aun no me he recuperado del shock. Uno de los mejores finales que he tenido el placer de disfrutar. Fue terminar el libro y volver a leer el final solo para volver a disfrutarlo y grabarlo aun más en mi memoria. Ese final es brutalmente acertado.

A mi se me quedó esta cara...

Sé que la novela es juvenil, pero creo que si hay lectores especialmente sensibles (y no me estoy refiriendo a “casquería” y otras evidencias gore) deberían ir avisados. No es un libro amable, no aterroriza pero sí que te pone alerta y a veces notas que estás apretando más de la cuenta el libro. Creo que es peor la inquietud que te infunde que lo que realmente describe. Porque Cotrina te lo cuenta de tal forma que, aunque no lo creáis, resulta hasta poético. Algo que me demuestra su buen hacer con las palabras.

Todo el libro está tan plagado de detalles fantásticos y lugares increíbles que demuestran también la enorme imaginación que tiene el autor. Toda la Umbría rebosa fascinación. Vamos que la única pega que le pongo al libro es lo mucho que pesa, aunque a veces ese peso te resultará hasta reconfortante...

Y ya basta, si con todas mis anteriores divagaciones no habéis salido corriendo a por el libro os aviso que os estáis perdiendo el mejor libro de este 2013, y si no estará muy muy cerca del mejor. ¡Corred insensatos!

¡¡¡Y si tuviera un 11 también se lo daría!!!