Sinopsis
Muchos no lo saben, pero existen dos versiones de mí misma:Una siempre va a la última, es un crack en los estudios y arrasa en los deportes.
La otra es un secreto.
Mi yo secreto es el que no duerme nunca.
Waverly Camdenmar se pasa las noches corriendo.
Para combatir su insomnio, corre hasta que ni siquiera puede pensar, y por la mañana vuelve a la misma rutina de cada día: las clases aburridísimas, el charloteo odioso de su mejor amiga... y la pequeña pero molesta sospecha de que hay algo más en la vida que los exámenes.
Marshall Holt no tiene nada que perder. Se pasa las noches bebiendo y fumando. Y aunque corre el riesgo de no graduarse, no le importa. Total, él no es nadie. Ni siquiera está cerca pertenecer al mundo de Waverly.
Sin embargo, una noche, Waverly se duerme y sueña que está en la habitación de Marshall. Cuando sale el sol, nada en su vida vuelve a ser lo mismo.
Ahora tendrá que decidir si vale la pena arriesgarlo todo en el mundo real por un chico que tal vez solo exista en sus sueños.
Ficha Técnica
Datos | Título original |
Editorial: Penguin Random House Sello: Montena Traducción: Elena Macian Masip Saga: Libro único Fecha Publicación: 06/2018 ISBN/ASIN: 9788490436851 Páginas: 381 Cubierta: Tapa blanda con solapas Precio: 17.95 € Ebook: 8.99 € Primeras páginas: AQUÍ. Bookdepository | Places no one knows (2016) Comprar en Wordery |
Autora
Brenna Yovanoff es una de las fundadoras de la página web Merry Sisters of Faith (www.merryfates.com), donde escribe ficción flash junto a Maggie Stiefvater y Tessa Gratton.Estudió literatura creativa en la Universidad de Colorado y entre sus publicaciones destacan las novelas El sustituto, The space between, Paper Valentine y Fiendish.
https://brennayovanoff.com/
Opinión Personal
Había leído un libro anterior de esta autora y me fascinó por su estilo oscuro y extraño pero lleno de una preciosa poesía fatalista. Con esta nueva novela que he leído me confirma que su estilo personal sigue siendo precioso, oscuro, poético y con un toque de esperanza y redención.
Waverly es la alumna modelo, buena estudiante, buena deportista y muy popular. Junto a su amiga Maribeth dominan el panorama social del instituto pero también esconde un secreto: su insomnio. Waverly no duerme apenas, y para sobrellevarlo sale a correr hasta desfallecer, hasta sufrir heridas y lesiones que luego disimula.
Marshall es autodestructivo, su ambiente familiar no es el mejor. Su vida le parece horrible y para huir de ella se dedica a beber hasta caer inconsciente, para no pensar, para olvidar y huir de lo todo lo que no soporta y no le gusta de su vida. Y sus estudios se están resintiendo por ello. Tiene toda la pinta de terminar siendo un fracasado.
Daba por hecho que sería cuestión de tiempo. Algún día, conocería a alguien que contrarrestaría mi estructura química. Nos completaríamos en pos de la supremacía, colisionaríamos hasta que uno de los dos se viese obligado a rendirse, o avanzaríamos juntos, suspendidos en un eterno impasse.
Pero mi modelo es inexacto. Los poetas se equivocan.
Lo opuesto al hielo no es el fuego.
Es el agua.
Un día, para intentar dormirse, Waverly enciende una vela y entra en un modo de relajación para intentar dormirse, pero lo que consigue sin querer es aparecerse a Marshall. Una aparición que solo él puede ver debido a alguna extraña conexión entre los dos.
Al principio ambos dudan de lo que ha ocurrido, ella lo achaca a algún tipo de sueño vívido y él a algún tipo de alucinación alcohólica. Pero hay pruebas que cimentan la realidad de lo ocurrido y a los dos les empieza a asustar y a atraer la situación.
En la vida real no se hablan apenas pero en los sueños pueden ser ellos mismos, libres de las máscaras y disfraces que ambos han creado para sí mismos. Pueden hablar de lo que sufren, de lo que sienten, de lo que desean.
—Ella era mucho mejor que la vida normal —confieso—. Me hacía mejor.
Autumn me mira y niega con la cabeza.
—No digas eso. No funciona así. Nadie te hace ser nada. Lo eres y punto, te guste o no.
No parece enfadada, sino decidida, como si me estuviese explicando el mundo.
—Bueno, pues eso —le contesto, con la mirada perdida en el campo de béisbol vacío—. Eso es lo que quería decir. Que cuando estaba con ella se me permitía ser mejor.
No es una lectura rápida ni fácil, la primera mitad es reflexiva y lenta, nos presenta a los protagonistas y a la vida que los rodea para que conozcamos su situación y lo que hay encerrado en su interior. Descubriremos las intenciones destructivas de Marshall y los pensamientos sociópatas de Waverly.
En la segunda mitad es donde tendrán que intentar enfrentarse a ellos mismos, admitir que no son quienes todos piensan que son, enfrentarse a los que les conocen y defenderse. Enfrentarse a dejar atrás antiguas amistades en favor de nuevas, a luchar por aquello que te hace sentir aunque el mundo esté en contra.
No esperéis grandes explicaciones, lo de menos en la historia es el por qué ocurre lo que ocurre. Aquí se trata de descubrirnos antes los demás, de crear máscaras que nos ocultan y de quitárnoslas cuando ya no podemos, ni debemos, ocultarnos más.