[Review 269]: Atrapa la luna - Sarah Dessen

Mientras su madre, la reina del aeróbic Kiki Sparks, pasa el verano de gira por Europa, a Colie, de quince años, le toca quedarse con su tía Mira en un aburrido pueblecito de Carolina del Norte. Está convencida de que va a ser el peor verano de su vida, pero pronto se da cuenta de lo equivocada que está. Por un lado, su tía es escéntrica pero encantadora; por otro, gracias al destino o la casualidad, Colie consigue un trabajo de camarera donde hará los primeros amigos de su vida: Morgan, Isabel y Norman. Entre los tres conseguirán que al final del verano Colie se quiera y se vea así misma de otra manera.

Ficha técnica Editorial: Maeva Sello: Maeva Young Traducción: Elena Abós Fecha Publicación: 02/2013 ISBN/ASIN: 9788415532088 Páginas: 253 Cubierta: Tapa blanda con solapas Precio: 14.90 € Ebook : 9.99 €

Otros Datos: Título Original: Keeping the moon (2004)

Autora:

Sarah Dessen nació en Illinois en 1970. Siendo una niña, se trasladó a Carolina del Norte, y se graduó en la Universidad de Carolina. Realizó diversos trabajos y dio clases en su antigua universidad mientras escribía su primera novela. Desde entonces ha publicado otros diez libros, todos con ventas por encima de los 200.000 ejemplares, que se han traducido a más de veinte países.

Atrapa la luna es su tercera novela publicada en España, después de Una canción para ti y Just listen.

http://sarahdessen.com

Opinión Personal

Ya tenía yo ganas de leer algo de esta autora. Todos los blogs han hecho maravillosas reseñas de sus libros anteriores (e incluso de este) y por esos extraños misterios de la vida, yo aun no había leído nada suyo.

Y he de reconocer que tenían razón quienes alababan el estilo fresco y sencillo de Sarah Dessen. Sus historias son cercanas y emotivas. O al menos esta que he leído lo es.

La vida de Nicole Sparks (Colie) no ha sido un camino de rosas. Su infancia, llena de viajes y ciudades desconocidas, dio paso a una vida de éxito y riqueza a través de su madre, la famosa Kiki Sparks, reina del aerobic. Pero en ninguno de los dos papeles Colie parece sentirse a gusto consigo misma.

A pesar de que ya no es la chica gordita con la que todo el mundo se metía en el colegio, ella sigue siendo la chica rara, aquella con la que es fácil meterse porque nunca responde. No sabe encontrar su lugar, y el éxito y la seguridad abrumadora de su madre tampoco es que la ayude demasiado.

Por eso, verse enviada a pasar el verano con su tía Mira, es como la gota que colma el vaso. Prevé que será un verano horrible.

Pero luego, en mi tercera mesa más o menos, por fin reuní el valor para levantar la vista y me di cuenta de que, en realidad, a mí no me miraba nadie. La mayoría miraba la carta o estaba tan metido en la conversación que ni siquiera me veía: veinte minutos después le hacían señas a Isabel, pensando que era ella la que les llevaría la cuenta. No se habían fijado en mí, yo no les importaba. Para ellos solo era una camarera, una chica con un delantal y una jarra de té; ni siquiera parecían fijarse en el aro del labio. Y eso me gustaba.

Pero no será así. En el pueblecito al que va, Colby, Colie encontrará muchas más cosas de las que esperaba. Empezando por su excéntrica tía Mira, que vive su vida sin preocuparse de lo que los demás opinen, sin que la afecte lo más mínimo las opiniones de aquellos que la rodean. Resulta muy chocante para Colie ya que ella siempre sufre por lo que los demás piensan o dicen de ella.

Y conocerá también a Morgan, Isabel y Norman. Las dos primeras son amigas y viven juntas. Cada una de ellas con su propia historia a cuestas, tan diferentes que, casi por necesidad, son complementarias. Donde una es dulce la otra es arisca, donde una es comprensiva la otra es obstinada. Pero ambas aportarán una nueva visión a Colie que la hará crecer y madurar.

Y Norman, un artista que vive en el sótano de su tía Mira y trabaja con ellas en el Última Oportunidad, y que le aportará también seguridad y confianza en sí misma a través de su propia lucha por defender lo que quiere hacer con su vida.

—Te equivocas —me dijo en voz baja, y volvió a recostarse.

—Ya, seguro —dije yo. Podría haber sido la misma Carolina Dawes, a juzgar por la rabia que sentí crecer dentro de mí—. ¿Entonces cómo eras?

—Tenía miedo —me dijo. Y volvió la cabeza hacia las luces de la casita—. Igual que tú.

Nos quedamos allí sentadas un momento, observando cómo Morgan se movía por el salón.

—Es tan idiota —añadió suavemente— lo que nos hacemos a nosotras mismas porque tenemos miedo. Tan idiota.

No sabría decir cuál de todos me gustó más porque todos aportan matices maravillosos a la historia, esfuerzo, superación de miedos, comprensión y ternura. Cada uno según su forma de ser, pero siempre enriqueciendo y valorando lo que tienen a su disposición sin juzgarlo.

Mira por su preciosa visión de algo bueno en cualquier cosa, aunque no sea perfecta. Morgan por su búsqueda del cariño y su esfuerzo en superar relaciones tóxicas. Isabel por su franqueza y su fortaleza, que no duda en llamar las cosas por su nombre. Pero también en su enorme cariño hacia la amistad que la une a Morgan a que siempre está dispuesta a ayudar a levantarse tras cada caída. Y Norman, el chico que no se conformó con lo que esperaban de él y luchó por lo que quería. El chico que hace que la belleza que hay en Colie salga al exterior y nos deslumbre a todos.

Una preciosa historia de aceptación personal, superación de miedos y elogio de la amistad por encima de todo. Es de esas historias que te emocionan por lo cercanas, sencillas y bonitas que son. No perdáis la oportunidad de leerlo.

Precioso y enternecedor.

Muchas gracias a Maeva por el ejemplar para la reseña.