[Review 73]: La playa de Rebeca - Víctor José Maicas Safont

Título Original: La playa de Rebeca
Editorial: Éride Ediciones
Colección: Nuevos Escritores
Fecha Publicación: 11/2007
ISBN: 9788496910379
Páginas: 160
Cubierta: Rústica
Precio: 11.99 €
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Sinopsis

A través de una historia de amor, el relato hace que el lector viaje a mundos lejanos, sumergiéndole en la verdadera realidad en la que viven muchos países, alejados de las comodidades del primer mundo. El autor analiza el comportamiento del ser humano con todo aquello que le rodea, en el que el egoísmo y la inseguridad es la pieza clave en nuestro comportamiento. Y todo ello lo explica sin dramatizar, intentando compaginar el humor con la cruel realidad, y lanzando un mensaje de esperanza y optimismo.

El autor:

Nacido en el invierno de 1964 en la ciudad de Castellón, Víctor J. Maicas ve publicada su primera novela, “La playa de Rebeca” (Éride ediciones), en noviembre de 2007. En noviembre de 2008 se publica su segunda obra con el título de “La República dependiente de Mavisaj” y, justo un año después, sale al mercado su tercer trabajo, “Año 2112. El mundo de Godal”, cuyo denominador común con respecto a sus anteriores novelas es, además de un cierto aire de suspense, ese espíritu crítico e inconformista que su autor plasma de una forma clara y precisa. Ha participado como ponente en las "III Jornadas de escritores pro Derechos Humanos" y, además de lo anteriormente mencionado, Víctor J. Maicas ha escrito artículos periodísticos para periódicos como por ejemplo "El Punt", "Las Provincias" o "Levante", así como también para diferentes publicaciones digitales relacionadas con el mundo de la cultura y la información como por ejemplo la prestigiosa revista de ámbito latinoamericano "Cañasanta" o "Bottup"(periodismo ciudadano). En la actualidad es miembro del Consell de Cultura de la ugt-pv y socio o colaborador de diferentes ONG’s como Medicus Mundi, ACSUD-Las Segovias o Manos Unidas.

Opinión personal

Este es un libro pequeño, de extensión, que esconde temas enormes entre sus páginas. Nadie diría leyendo la sinopsis que nos ofrece el propio libro, que dentro de él se van a tratar temas como la pobreza del mundo, las desigualdades sociales, la política, la religión… Empiezas a leerlo con la mente puesta en una historia de amor y viajes y terminas planteándote a qué ONG te vas a suscribir (por cierto, yo ya soy de Médicos Sin Fronteras, eso ha aliviado un poco mis remordimientos tras leer este libro…).

El autor nos presenta a dos personas que pasan por una crisis personal y que se encuentran en una playa. Y de esa relación que surge entre ellos vamos a viajar a través del mundo, y de los ojos del autor, viendo, no sólo los maravillosos destinos que describe (personalmente me he emocionado con su descripción de Estambul, ciudad que visité hace mucho tiempo y que siempre guardará un rincón especial en mi corazón), si no también sus pensamientos acerca de lo dormida que está nuestra sociedad sobre prácticamente todo lo que no rodea, en un intento de ser un revulsivo que al menos nos haga pensar sobre la situación.

—¿Te has dado cuenta que has empezado hablándome de la belleza del mar Egeo y has terminado describiéndome lo desagradable que podemos ser los seres humanos?
—Sí, me doy cuenta, y quizá sea mejor dejarlo por esta noche para así no agrandar aún mas la mala reputación que tiene la humanidad en demasiadas ocasiones.

La relación de Juan y Rebeca no es una gran historia de amor, es más bien un puente hacia otro estado anímico de ambos personajes. Los dos traen consigo un lastre que les pesa, pero mientras Rebeca trata de encontrar lo positivo de la vida, Juan ha de aprender a buscar lo bueno que ésta le está ofreciendo sin que él lo vea.

Entre las descripciones de mares y ciudades lejanas, sociedades y estilos de vida, también aparece una pequeña historia de intriga cuando Juan, empujado por Armando, un vecino del pueblo con el que congenia en seguida, intentan averiguar porqué Rebeca no ha vuelto a la playa estos últimos años con su marido y su hijo.

—¿Y por qué el mar? Quiero decir, ¿por qué te sigue gustando el mar?
—Porque él solo se comportó como es, sin engañar a nadie. Fueron nuestros errores, el mío y el de mi marido a no asegurarnos la predicción del tiempo. ¿Qué sentido tiene hacer responsable a otro de mis errores? El odio no cura la desesperación ni nos lleva a nada bueno.

Es una lectura que se te hará muy corta, y que te hará pensar y plantearte muchas de tus ideas establecidas sobre el mundo y su funcionamiento. Con algunas no estarás de acuerdo, con otras sí, y puede que otras te sean totalmente indiferentes. Pero pensarás.

Me hubiera gustado un poco más de interacción de Rebeca, pues aunque parece el personaje central creo que se desvanece demasiado entre los diálogos y pensamientos de Juan. Me gusta mucho su positividad y hubiera sido estupendo tener más de su particular modo de ver la vida. Tampoco me gusta demasiado el final de su historia, no por sorprendente, que no lo es, si no porque de una página para otra todo ha terminado. Y Rebeca desaparece tan en silencio…

Muchas gracias al autor y a Éride Ediciones por el envío del ejemplar.

Bueno. Muy entretenido