Sinopsis
A sus diecisiete años, Alessandra ha vivido una de las experiencias más dolorosas: el cáncer se ha llevado a su madre y ahora se encuentra entre la aceptación de una pérdida insoportable y un agudo sentimiento de abandono. Al reincorporarse a la escuela, en un impulso se sienta en el último pupitre junto a Gabriele, ese chico al que todos los alumnos llaman Cero: cero palabras, cero estilo, cero notas. Un tipo silencioso, solitario e ignorado por todos, el gran perdedor de la clase, aunque él no parece darse por aludido. Alessandra se convierte así en la nueva habitante de Cerolandia, el país de la nada, de las sombras, del olvido. Cero acoge a Alessandra con una indiferencia que ella agradece, aunque, poco a poco, esa indiferencia va suscitando en ella una curiosidad tan irresistible como insidiosa, pues interfiere en su dolor y llama a la puerta de su obstinada soledad.
Cero es, por supuesto, más interesante de lo que parece, con su eterno mutismo, sus repetidas e inoportunas ausencias y un notable talento para el dibujo. Así, inesperadamente, el vínculo que se crea entre los dos, un extraño pacto tácito de amistad, va más allá de la atracción romántica y, para Alessandra, el primer invierno sin su madre cobra una nueva perspectiva que le devuelve las ganas de vivir.
Ficha Técnica
Datos
Editorial: Salamandra
Traducción: Patricia Orts
Fecha Publicación: 5/2013
ISBN/ASIN: 9788498385380
Páginas: 220
Cubierta: Tapa blanda con solapas
Precio: 15.00 €
Ebook: 9.99 €
Editorial: Salamandra
Traducción: Patricia Orts
Fecha Publicación: 5/2013
ISBN/ASIN: 9788498385380
Páginas: 220
Cubierta: Tapa blanda con solapas
Precio: 15.00 €
Ebook: 9.99 €
Paola Predicatori nació en 1967 en Senigallia, en la región de Las Marcas, y vive en Milán. Licenciada en Filología Italiana, gran parte de su vida profesional ha transcurrido en el mundo editorial. Es una apasionada lectora de literatura juvenil y novelas de formación. En 2012 debutó con La lluvia en tu habitación, que ha cosechado el aplauso del público y la crítica en Italia y cuyos derechos se han vendido en ocho países.
Opinión Personal
Esta es una historia extraña, tan extraña que te envuelve y te acaba encantando. Es una historia en donde parece que hay más cuanto menos se dice. Los silencios compartidos son muy importantes en ella.
Alessandra, nuestra protagonista, ha pasado por un momento terrible al perder a su madre después de una larga y terrible enfermedad. Ya no se siente capaz de ser la que era, el mundo ha cambiado y ella con él. Ahora vive con su abuela que hace lo posible para que recupere a la adolescente despreocupada que fue sin conseguirlo demasiado bien.
Por eso adoro Cerolandia. La única regla que hay que respetar aquí es un riguroso silencio monacal: si quieres hablar, puedes hacerlo mediante gestos o usar el código morse, en caso de que lo conozcas. Nadie te pedirá nunca nada más que respeto de esta santa regla, ni siquiera te preguntarán cómo te llamas. Cualquier noticia procedente del mundo exterior se despedaza en sus confines y, cuando logra entrar, es como una ráfaga de viento en un páramo desierto.
En su vuelta al instituto decide que ya no quiere ser quien era y que necesita espacio a su alrededor, espacio para recuperarse, silencio para meditar su pérdida. Y el mejor sitio para ello es sentarse junto a Gabriele, conocido en el instituto como Cero. La razón de ello es que no se relaciona con nadie, va a su aire, no habla, no participa, está en su mundo. Justo lo que necesita.
Cerolandia, es decir, el lugar al lado de Cero, es un bálsamo para ella. Allí no tiene que fingir conversaciones ni convenciones sociales, allí el silencio es lo importante. Pero poco a poco las cosas van cambiando. Alessandra siente curiosidad por ese chico tan callado que tiene un don excepcional para el dibujo.
Es guapo cuando sonríe y ahora veo que ha salido con otras chicas. Chicas que, a buen seguro, decían más palabras que yo, palabras un tanto estúpidas y no este silencio en que me encierro por orgullo y miedo intentando parecerme a alguien que no existe.
Y es que Gabriele tampoco tiene una vida familiar fácil. Todo lo contrario. A pesar de todo lo malo que le rodea, sigue pensando en un futuro mejor. En que algún día tendrá las cosas que ahora solo son sueños para él. No se rinde. Aunque para ello se haya aislado prácticamente de todo lo que le rodea.
Y así comienza esta relación extraña y atípica, pero llena de momentos tiernos y sencillos que me gustaron mucho. Ambos aprenderán a descubrir en el otro facetas que nunca esperaron encontrar. Se van descubriendo y esos descubrimientos les llevan a sentimientos más profundo, pero a la vez más peligrosos, porque sentir, a veces, hace demasiado daño.
La cama ahora es una barca y nuestra ropa se aleja a la deriva. El mar que nos mece es negro y denso, esconde los cuerpos y las caras. Hacemos el amor como dos desconocidos que no volverán a verse, como dos sombras que se han separado de la oscuridad para encontrarse en este lecho.Al final permanecemos abrazados largamente, y mientras me adormezco Gabriele me dice: «Ese día te esperé».
Una vez leído el libro, entiendo mucho mejor su título original, e incluso me gusta más que la traducción. Pero entiendo el cambio porque ¿quién se acercaría a un libro que se titula Mi invierno en Cerolandia? Pues eso.
Es un libro cortito, con muy pocas páginas que se lee muy rápido porque te atrapa desde el principio con la intriga de saber más de ese mundo que han creado estos dos personajes y con saber hasta dónde llegarán ambos.
El final te deja satisfecha pero hambrienta. Hambrienta de más de ellos dos, de más futuro compartido, de más superación personal. Pero tengo que reconocer que me pareció precioso.
Si tenéis la oportunidad de haceros con La lluvia en tu habitación dadle una oportunidad, seguro que es un libro que no os deja indiferentes. Y que os hará pensar en cosas distintas a lo habitual. Una relación, como dije, extraña pero entrañable.
Una historia de amor diferente |
Muchas gracias a Salamandra por el ejemplar para la reseña.
No me llama mucho, la siento muy triste u.u aunque sin tengo oportunidad supongo que lo leería.
ResponderEliminarQué bien que te ha gustado :D
Pues me has convencido!!
ResponderEliminarMe lo llevo apuntado =)
Besotes
La verdad es que es un
ResponderEliminarlibro sumamente triste...
Un beso.
Tiene muy buena pinta, la verdad, aunque ahora no me apetece nada este tipo de lectura. Me han gustado los fragmentos que has escogido, me parecen muy sensibles y profundos.
ResponderEliminarGracias por la reseña. Besos!
Pues tiene buena pinta, a ver si puedo hacerme con él^^
ResponderEliminarLo tenía en el punto de mira, solo esperando alguna reseña.
ResponderEliminarMe han gustado mucho tus impresiones así que caerá.
un beso
Estaba esperando que alguien lo reseñara porque lo vi por muchos sitios y no terminaba de convencerme, pero ahora si tengo pensado hacerme con él.
ResponderEliminarUn besiño
Tiene muy buena pinta!
ResponderEliminarbesos
No me llamaba la atención ya que ni la portada me convence pero la historia que cuenta y según lo que dices tiene mucho que dar... si cae en mis manos lo leeré xD
ResponderEliminarUn beso
Uy, pues no me sonaba de nada este libro...
ResponderEliminarQue conste que yo si me acercaría a un libro con un título como Mi invierno en Cerolandia, me resulta muy sugerente :D
Es un libro extraño, como la relación de los dos. Parece el típico libro de adolescentes con problemas pero también es una narración sobre la superación y el crecimiento interior... me costará reseñarlo porque no sé por dónde cogerlo xD pero me gustó, quedé satisfecha pero sí, como tú, con ganas de más por ellos dos.
ResponderEliminarHace tiempo que quería leer este libro espero que caiga en mis manos pronto.
ResponderEliminarBesos! :)
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar